La Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi AEFAME, celebra su Asamblea Anual en Vitoria con un 55% más de socios que el año anterior

Vitoria a 3 de mayo de 2017.

La Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi, AEFAME, celebra hoy su Asamblea Anual, en un acto que tiene lugar en Vitoria, en el Gran Hotel Lakua de la capital alavesa. La Asamblea ha sido inaugurada por el Diputado General de la Diputación Foral de Álava; Ramiro González; Javier Ormazabal, Presidente de AEFAME; Juan Corona, Director General del Instituto de la Empresa Familiar y Patricia Arias, Delegada Territorial del Banco Santander en el País Vasco.

AEFAME está compuesta por empresas de los tres territorios referentes en sus respectivos sectores de actividad. En menos de dos años, la asociación ha incrementado sus socios un 55%, pasando de los 34 socios que la integraban en mayo del pasado año a los 53 asociados adscritos hoy, pertenecientes a empresas familiares y familias empresarias de los tres territorios. Concretamente, 10 de las empresas proceden de Araba, 29 de Bizkaia y las 14 restantes de Gipuzkoa.  Esas cifras demuestran la consolidación de AEFAME, objetivo prioritario de la asociación para 2016.

Una radiografía de los socios por sectores revela que el mayor porcentaje de las empresas asociadas pertenecen al ámbito industrial, al que pertenecen concretamente 46%; 27% al sector servicios, 18% al sector comercial y de distribución, y las 9% restantes al de la construcción y las materias primas.  La facturación agregada del conjunto de empresas que conforman AEFAME es de 12.612 millones de euros y entre todas dan empleo a cerca de 51.000 personas

Objetivos estratégicos

AEFAME se constituyó en mayo de 2015 con el objetivo de convertirse en el marco idóneo para apoyar y defender los intereses de este modelo de empresa tan arraigado en Euskadi. Asimismo, la asociación persigue ayudar al empresario familiar a responder a los retos de este modelo de empresa, fomentar la profesionalización de la empresa familiar y consolidar el proceso de sucesión. 

De cara a este año, la asociación se ha fijado cuatro grandes objetivos estratégicos:

  • La consolidación y adhesión de nuevos socios de los tres territorios, que cumplan algunos de los requisitos fundacionales de la asociación: que representen a distintos sectores de actividad económica, que sean relevantes en su sector y que preferentemente tengan presencia internacional. Para los próximos años, AEFAME aspira a alcanzar la cifra de cien socios.
  • Afianzar la colaboración en el ámbito de la investigación y la formación con las dos cátedras de empresa familiar existentes en Euskadi (asociadas a la Universidad del País Vasco y a la Universidad de Deusto), con quienes ya está trabajando en estudios de relevancia para el entramado de la empresa familiar.
  • Consolidarnos como interlocutor con la sociedad, agentes e instituciones en relación a la empresa familiar de modo que entre todos podamos consolidar este modelo de empresa.
  • Poner las bases para lograr una sucesión exitosa y alertar sobre la importancia de trabajar el proceso familiar desde el primer minuto a través de una gestión excelente.
  • Favorecer a través de las estrategias desarrolladas el crecimiento con garantía de continuidad, de las empresas familiares Euskadi, con centros de decisión aquí.

La Junta Directiva de la Asociación está integrada por José Ramón Fernández de Barrena (UVESCO), Aner Garmendia Urkizu (EGA MASTER), María Luisa Guibert Ucín (ALGEPOSA), Francisco Riberas (GESTAMP), Juan Jesús Santa Cruz (CALCINOR), Jorge Sendagorta Gomendio (SENER) y Borja Vicinay (VICINAY), bajo la presidencia de Javier Ormazabal (VELATIA).

La asociación vinculada al  Instituto de la Empresa Familiar (IEF), que agrupa  a más de un centenar de empresas familiares en  toda España y trabaja en red con 17 asociaciones territoriales de todo el Estado. Además, colabora con la red internacional de la empresa familiar, Family Business Network, integrada por más de 8.500 miembros individuales y más de 2.800 empresas familiares de 58 países.

El papel de la empresa familiar en Euskadi

Por lo que respecta a la colaboración con las cátedras universitarias, la Cátedra de la Universidad de Deusto y de la Universidad del País Vasco, AEFAME firmó el pasado año un acuerdo de colaboración con ambas, por el que ya está trabajando en distintos estudios relacionados con la empresa familiar.

Por un lado, AEFAME acaba de publicar un informe en el que ha trabajado desde hace más de un año con la Cátedra de la Empresa Familiar de la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea y financiado por Diputación Foral de Bizkaia, que ha arrojado importantes datos, desconocidos hasta ahora, sobre la realidad de la empresa familiar en Euskadi. Entre ellos, que en Euskadi hay 50.415 empresas, que de ellas el 84,4% son familiares, que el 55,5% del empleo en el País Vasco procede de los negocios familiares o que generan un valor añadido de 7.000 millones de euros. Datos reveladores que ponen de manifiesto su relevancia y convierten a la empresa familiar en un agente fundamental de la economía vasca.  En su columna vertebral.

Por otro lado, la Asociación está trabajando en otro segundo estudio junto con la Cátedra de la Empresa Familiar de Deusto, la Fundación Antonio Aranzábal y Diputación de Gipuzkoa para estudiar estrategias que permitan mantener la actividad empresarial y por tanto, la generación de riqueza y el poder de decisión de las pymes en Gipuzkoa. Se trata de un estudio fundamental, ya que permitirá solventar la falta de datos que existe sobre la realidad sucesoria de las pymes industriales en Gipuzkoa

Kimua y el relevo exitoso

Para garantizar el éxito del proceso de sucesión, AEFAME ponía en marcha Kimua en diciembre de 2016, una iniciativa orientada a jóvenes entre 25 y 45 años pertenecientes a empresas familiares, con dos perfiles distintos. Aquellos que tienen que prepararse para asumir el relevo y cargos de responsabilidad en la empresa familiar en un plazo no muy lejano o que de hecho ya han comenzado. Y en segundo lugar, a los jóvenes que habiendo decidido no participar en la gestión diaria de la empresa, mantienen vínculos como accionistas. 

En definitiva, se trata de poner en valor la importancia de la sucesión en la empresa familiar y garantizar que ese proceso se celebre con garantías bajo el respaldo y el apoyo de la asociación vasca dedicada ex profeso a la empresa familiar.

Asamblea General

Tras la inauguración, ha tenido lugar la presentación del estudio ‘El crecimiento oculto en la empresa familiar’ elaborado por KPMG con la colaboración de la Empresa Familiar Europea, que muestra casos de éxito de empresa familiares en todo el mundo que han experimentado un crecimiento notable analizando las características que tienen en común, y que será presentado por Ramón Pueyo, socio responsable de KPMG en España. 

Posteriormente se celebrará una mesa redonda de empresarios de empresas familiares, que charlarán sobre uno de los principales retos del proyecto familiar: el comienzo del proceso de sucesión. Cuatro representantes de empresas familiares asociadas contarán en primera persona sus vivencias personales, la visión que tenían hace años de sus padres y la que tienen ahora de sus hijos y responderán a la pregunta de cuándo comienza el proceso de sucesión. Entre los ponentes que intervendrán en la mesa redonda estarán Javier Ormazabal (presidente de Aefame y de Velatia) y Aner Armendia (director general de EGA Master). La mesa estará moderada por Cosme Carral (socio responsable de las oficinas de KPMG de Bilbao y San Sebastián).

La última parte de la jornada estará protagonizada por Siegfried Meir, uno de los pocos supervivientes del holocausto judío, cuyos relatos y vivencias extremas harán reflexionar sobre la vida y la empresa familiar con un nexo común entre ambas: la resilencia. 

Siegfried Meir 

Nació el 4 de mayo de 1934, en Fráncfort (Alemania).
Deportado a Auschwitz el 23 de abril de 1943. Nº de prisionero 117.943.
Trasladado a Mauthausen en enero de 1945. 

Reside en Ibiza.

Siegfried era un niño que creció en el seno de una familia judía de Fráncfort. Su infancia estuvo marcada por las leyes racistas del Reich que le impidieron jugar en los parques con los demás niños, acudir a los colegios públicos y comprar en la mayor parte de las tiendas. Su padre era muy religioso y siempre le inculcó la idea de que Dios les protegería de los nazis. Muy pronto, la cruda realidad convirtieron al niño en un convencido ateo.

Con solo 8 años fue deportado a Auschwitz junto a sus padres. Tras muchas penurias, en 1945 fue deportado a Mauthausen. Para entonces sus padres habían muerto. Sufrió y vio todo tipo de atrocidades. Allí un prisionero español, Navazo, se hizo cargo de él y el pequeño fue acogido en la “barraca de los españoles”.

Navazo cuidó de él hasta la liberación. El problema llegó pocos días después. El niño no tenía a dónde ir y le pidió a Saturnino que le adoptara. El prisionero burgalés no lo dudó ni un minuto. 

Juntos se instalaron en el sur de Francia, cerca de Toulouse. Siegfried quiso, a partir de ese momento, demostrarle a Navazo que había merecido la pena salvar su vida. Por ello se hizo famoso. Triunfó en el mundo de la canción y, más tarde, en el de la restauración y la moda. Navazo fue siempre y será siempre, incluso después de la muerte, el motor de la vida de Siegfried Meir

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